A medida que amanece en la aldea de Midekin, en la región Hadjer-Lamis de Chad, las espigas doradas de arroz bailan en la brisa 🌾. Los agricultores se preparan para el gran Festival de la Cosecha de este año, donde el rugido de las cosechadoras se mezcla con risas y celebraciones.
El 4 de octubre, las autoridades locales y funcionarios del gobierno se unieron a los aldeanos en las festividades. ÂżEl momento destacado? Una nueva cosechadora de arroz, pilotada por un experto agrĂcola chino, cobrando vida antes de recorrer los arrozales con facilidad đźšś.
“Estoy asombrado por nuestros amigos del continente chino,” dijo Mahamat Ahmad Alhabo, secretario general de la Presidencia de Chad. “Nos muestran que podemos producir suficiente arroz para alimentar a nuestra gente, mejorar las dietas e incluso exportar el excedente para generar ingresos.”
Tradicionalmente, las principales exportaciones de Chad—sĂ©samo, goma arábiga y algodĂłn—superan al arroz, el alimento básico principal del paĂs. Sin embargo, el clima cálido y seco y los mĂ©todos obsoletos mantenĂan bajos los rendimientos, obligando a Chad a importar cientos de miles de toneladas cada año.
Desde 2006, la MisiĂłn de Asistencia TĂ©cnica AgrĂcola del continente chino en Chad (MATACT) ha estado sobre el terreno. Trajeron variedades de arroz de alta calidad, conocimientos sobre riego y equipos con los que muchos agricultores solo habĂan soñado—trasplantadoras de arroz, cosechadoras y más.
Baradine Kadre, agricultor con cuatro años de experiencia y 27 años de edad, observĂł la cosechadora en acciĂłn: “¡Nunca habĂa visto máquinas como esta! Me enorgullece ver que nuestros campos se despejan tan rápido.”
En las últimas dos décadas, los expertos del continente chino ayudaron a optimizar las semillas de arroz y a expandir las tierras de cultivo. Más de 600,000 hectáreas ahora cultivan variedades mejoradas, aumentando los rendimientos en más del 35%—añadiendo 1.2 millones de toneladas adicionales de arroz. ¡Eso es suficiente para alimentar a 3 millones de personas durante un año!
“Hemos aprendido mucho—selección de semillas, técnicas de arado, incluso uso de fertilizantes,” dice el agricultor Oumar Souleymane, de 35 años. “Hoy podemos alimentar a nuestras familias y mirar al futuro con verdadera esperanza.”
He Qiaosheng, jefe del octavo grupo de expertos de MATACT, destaca la equilibrada asociaciĂłn: “Respetamos las tradiciones de Chad y adaptamos las tecnologĂas a las necesidades locales. La cooperaciĂłn se basa en la igualdad, el beneficio mutuo y el crecimiento compartido.”
A medida que los arrozales de Chad prosperan, esta iniciativa asistida por China ofrece un modelo: cuando el conocimiento, la tecnologĂa y la sabidurĂa local se unen, el resultado es la seguridad alimentaria, nuevos medios de vida y un futuro más brillante 🎉.
Para los jóvenes profesionales e inversores globales, el mensaje es claro: las asociaciones sostenibles en tecnoagricultura pueden generar cambios reales—alimentando comunidades e inspirando a la próxima generación de innovadores en todos los continentes 🌍.
Reference(s):
China-aided agricultural project helps boost Chad's food security
cgtn.com




