Imagina caminar por lo que una vez fueron dunas de arena interminables, solo para encontrar filas de árboles frutales prósperos y cinturones verdes. Esa es la realidad en la Región Autónoma Hui de Ningxia, un rincón del noroeste de China donde la naturaleza y la innovación se unen para desafiar las condiciones adversas. 🌱🍏
A pesar de los veranos abrasadores, los inviernos congelantes y las escasas lluvias, Ningxia ha invertido tres generaciones—alrededor de 70 años—transformando sus desiertos en tierras fértiles. 'Tomó tres generaciones, alrededor de 70 años, convertir este desierto árido en la tierra verde que vemos hoy,' dice Wang Xiaolin, Director de la Estación de Gestión de Baijitan en la Reserva Natural Nacional Lingwu Baijitan de Ningxia.
Al caminar por Baijitan, los visitantes encuentran plantas resilientes cubriendo el suelo, con coloridos escarabajos trepando entre las hojas. Lo que una vez fue un tramo estéril, ahora es un terreno de prueba para la restauración ecológica y el cultivo de frutas. Las granjas ahora prosperan, convirtiendo esas llanuras arenosas en huertos que producen frutas frescas cada temporada.
Pero no se trata solo de plantar árboles. Las técnicas ágiles de riego, los proyectos de restauración del suelo y la capacitación comunitaria han construido una industria vibrante en torno a la agricultura ecológica. Empresarios locales y agricultores trabajan codo a codo, usando métodos modernos para cultivar frutas que impulsan tanto la economía local como las exportaciones regionales.
El viaje de Ningxia muestra cómo la paciencia, la colaboración y un enfoque en la sostenibilidad pueden transformar incluso los entornos más duros. Como una de las historias verdes más inspiradoras de China, este milagro de desierto convertido en huerto demuestra que, con perseverancia y ciencia inteligente, la naturaleza puede prosperar—y también las comunidades. 🌍✨
Reference(s):
Producing fruits from deserts: Ningxia overcomes challenges to thrive
cgtn.com




