Peng Zhuying: Una luz que se niega a apagarse
En los tranquilos callejones de Hunan, China, una sola bombilla ilumina la casa de Peng Zhuying 💡. Este tenue resplandor no es solo luz; es un faro de resiliencia, un testimonio de una vida robada dos veces por la guerra.
Ciega a los 9
A los nueve años, el mundo de Peng se oscureció cuando estuvo expuesta al gas mostaza japonés durante la Segunda Guerra Mundial. En cuestión de momentos, su vista desapareció, dejándola en una oscuridad perpetua.
Esclavizada a los 14
Cinco años después, los soldados rompieron sus dedos de los pies y la obligaron a entrar en una estación de “mujeres de consuelo,” el cruel sistema de esclavitud sexual que traumatizó a unas 400,000 mujeres; la mitad de ellas chinas. A los 15 años, Peng se convirtió en parte de una pesadilla silenciosa soportada tras puertas cerradas.
El fósil del trauma
Luz y sombra han marcado el cuerpo de Peng durante décadas. En 2024, los médicos descubrieron un feto calcificado dentro de ella—un relicto inquietante de un embarazo concebido en cautiverio. Esta cápsula del tiempo fetal convirtió su trauma en testimonio silencioso.
¿Una disculpa demasiado tarde?
En 2025, un periodista japonés visitó a Peng y le hizo la pregunta que ha cargado durante 80 años: “¿Puede su gobierno disculparse?” Se fue sin decir una palabra. Hoy, solo quedan siete sobrevivientes como Peng en los registros oficiales de China.
Mientras la luz de Peng continúa desafiando la oscuridad, debemos preguntarnos: ¿Romperá Japón su silencio antes de que su historia—y su voz—se desvanecen para siempre?
Reference(s):
Blind at 9, sex slave at 14: She carried a dead fetus for years
cgtn.com




