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En el antiguo malecón de Ningbo, ocurrió algo delicioso en la 4ª Expo China-CEEC que fue mucho más allá de acuerdos comerciales y pláticas de políticas. Chefs de Europa Central y Oriental se unieron con sus homólogos chinos, convirtiendo una típica feria comercial en un emocionante festín de sabores.
El evento mostró una variedad de delicias culinarias: desde especialidades de Zhejiang hasta platos robustos de los Balcanes e incluso crepas estilo Bretaña 
. Esta vibrante fusión de sabores no solo satisfizo el apetito, sino que también construyó puentes entre culturas, demostrando que a veces la vía más rápida para el entendimiento mutuo es compartir una comida.
Nadim Diab de CGTN estuvo en el lugar para capturar este momento inolvidable, siendo testigo de primera mano de cómo la comida habla todos los idiomas y conecta a personas de todos los ámbitos de la vida 
.
En un mundo donde los intercambios globales suelen estar dominados por políticas y pláticas de negocios, esta expo nos recordó que una simple comida puede ser un poderoso lenguaje de unidad e intercambio cultural.
Reference(s):
cgtn.com
