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En un mundo donde el aumento de las temperaturas desafía la producción de alimentos, un equipo de científicos chinos ha descubierto un emocionante secreto detrás del humilde tomate. Liderado por el profesor Xu Cao del Instituto de Genética y Biología del Desarrollo de la Academia China de Ciencias, el estudio, publicado en Developmental Cell el 2 de abril, revela cómo las plantas de tomate reprograman su crecimiento para resistir el calor extremo.
Bajo condiciones abrasadoras, las plantas experimentan una acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS) que desencadenan un mecanismo fascinante. Este proceso provoca la separación de fase de una proteína represora floral llamada TMF en las células madre apicales del brote. Al extender la represión de los genes de floración, los tomates retrasan su maduración, como si pausaran un juego cuando las apuestas son altas. 
Esta ingeniosa adaptación permite que las plantas mantengan un crecimiento vegetativo durante la ola de calor, previniendo de manera efectiva entre el 34% y el 63% de las pérdidas de rendimiento en la etapa temprana de fructificación. Una vez que las temperaturas vuelven a la normalidad, los tomates reanudan su desarrollo, asegurando una cosecha más estable. Es un sorprendente ejemplo de la ingeniosidad de la naturaleza y una vía prometedora para crear cultivos inteligentes para el clima.
A medida que nuestro clima sigue evolucionando, descubrimientos como este no solo profundizan nuestra comprensión de la biología vegetal, sino que también inspiran soluciones innovadoras para una agricultura sostenible. La próxima vez que veas un tomate, recuerda que dentro de él se encuentra una estrategia resiliente para vencer al calor. 
Reference(s):
Chinese scientists reveal how tomatoes beat heat, stabilize yields
cgtn.com
