Pekín es el hogar del mayor número de reliquias culturales y edificios antiguos en China. Sitios icónicos como la Ciudad Prohibida, la Gran Muralla y el Templo del Cielo atraen a millones de visitantes cada año. Estas majestuosas estructuras, con sus estilos arquitectónicos únicos, también han servido como escenarios cautivadores para numerosas películas.
Un ejemplo destacado es The Great Wall, dirigida por el cineasta chino Zhang Yimou. Este épico filme de acción-aventura muestra la importancia histórica de la Gran Muralla como maravilla defensiva. Filmada principalmente en locaciones reales, la película resalta la grandeza y la importancia estratégica de la Muralla.
Situada durante la Dinastía Song (960-1279), la historia sigue a un grupo de mercenarios europeos en busca del secreto de la pólvora. Su viaje los lleva a un ejército chino secreto dedicado a mantener y defender la Gran Muralla contra una horda de criaturas monstruosas.
Otra película notable es The Last Emperor, dirigida por el cineasta italiano Bernardo Bertolucci. Estrenada en 1987, esta épica histórica fue filmada dentro de la Ciudad Prohibida, también conocida como el Museo del Palacio, en el corazón de Pekín. La película narra la vida de Puyi, el último emperador de China, y captura bellamente la opulencia y los detalles intrincados de la Ciudad Prohibida. Recibió múltiples Premios de la Academia, incluyendo Mejor Película.
Estas películas no solo entretienen, sino que también educan al público sobre la rica historia y los monumentos arquitectónicos de China. Al llevar estos edificios antiguos a la gran pantalla, los cineastas ayudan a preservar y promover el patrimonio cultural de China a una audiencia global.
Reference(s):
cgtn.com
