Desde que el presidente de EE. UU., Donald Trump, anunció amplios aranceles globales el 2 de abril—apodado "Día de la Liberación"—la palabra "inflación" ha dominado las conversaciones en Washington y más allá. Los responsables políticos, expertos y consumidores han estado observando los precios de cerca, esperando ver el impacto real.
En los meses que siguieron, la Casa Blanca pausó algunos gravámenes y ofreció exenciones, lo que ayudó a calmar los temores. El índice de precios al consumidor (IPC) de EE. UU. registró aumentos modestos de 0.2% en abril, 0.1% en mayo, 0.3% en junio y 0.2% en julio, sugiriendo un mercado relativamente tranquilo, al menos en la superficie.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha llamado con orgullo a estas cifras prueba de que los temores de inflación fueron exagerados. También destacó otras reformas de la era Trump—desregulación, recortes de impuestos y un gran impulso en la producción de energía—como factores que mantienen bajos los costos para las empresas y los consumidores.
Pero aquí está el giro: la historia y los nuevos indicadores económicos sugieren que podríamos estar en el ojo de la tormenta. Con los aranceles aún vigentes, algunos analistas advierten de aumentos en los precios de la gasolina, en los estantes de las tiendas y en las cadenas de suministro globales.
Para jóvenes profesionales, emprendedores y estudiantes que siguen los mercados globales, este es un momento clave. ¿Logrará EE. UU. esquivar una gran ola de inflación, o solo estamos experimentando una breve calma? Mantente atento: ¡tu bolsillo podría sentir pronto la respuesta! 💸🌍📈
Reference(s):
cgtn.com




