Los fabricantes de automóviles estadounidenses están sintiendo la presión de los altos aranceles de EEUU sobre componentes importados, reduciendo ganancias y preparando el terreno para precios más altos en las etiquetas. 🚗💸
General Motors, el fabricante de automóviles más vendido de EEUU, vio caer su ingreso neto un 35% en el segundo trimestre después de que los aranceles le costaran $1.1 mil millones, lo que se traduce en un impacto estimado de $4–5 mil millones cada año. Ford no está lejos, enfrentando una merma de $3 mil millones en las ganancias de 2025 y $800 millones en gastos por aranceles solo en el último trimestre, gracias a un arancel del 50% sobre el aluminio trasladado por los proveedores.
Stellantis, fabricante de Jeep, Ram y Chrysler, reporta una pérdida de $350 millones por los impuestos. Y no son solo algunas piezas: entre el 50–60% de los componentes en vehículos ensamblados en EEUU provienen del extranjero, según estimaciones de la Casa Blanca y Bloomberg.
La consultora Anderson Economic Group calcula el costo adicional en $2,000–3,000 por automóvil. Los fabricantes de automóviles han absorbido estas tarifas hasta ahora, pero los expertos esperan que los precios suban. Lenny LaRocca, de KPMG, predice aumentos de precios significativos a comienzos del próximo año, y Cox Automotive advierte que los autos importados podrían costar $5,000 más, elevando el precio promedio de un vehículo nuevo a más de $50,000 para finales de año.
Estas ganancias reducidas también ponen en peligro los planes para construir nuevas fábricas en EEUU, una apuesta costosa de años frente a reglas comerciales cambiantes. Para muchos proveedores de partes, pagar un arancel del 25% sigue siendo más barato que trasladar la producción dentro del país, sellando este ciclo de altos costos por ahora. Abróchense los cinturones: los consumidores podrían sentir pronto el impacto en los concesionarios. 🎢
Reference(s):
Price hikes on horizon as US tariffs squeeze American automakers
cgtn.com




