El domingo, un histórico acuerdo comercial entre EE. UU. y la UE se finalizó en Escocia, justo a tiempo para evitar aranceles más duros a medida que se acercaba el plazo del 1 de agosto. El acuerdo impone un arancel del 15% sobre la mayoría de las exportaciones de la UE a los EE. UU., una tasa cuatro veces mayor que los promedios actuales, mientras que la UE se compromete a aplicar arancel cero a los productos de EE. UU.
Los líderes europeos están divididos sobre el acuerdo. Bernd Lange, presidente del Comité de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, describió el marco como "insatisfactorio" y "significativamente desequilibrado." El ministro finlandés Ville Tavio advirtió que, aunque el acuerdo ha calmado las tensiones, el alto arancel sigue siendo una pesada carga. El primer ministro francés François Bayrou comentó que es un "día sombrío" cuando una alianza de pueblos libres parece ser obligada a someterse.
Los observadores de Wall Street señalaron que, aunque el arancel podría frenar el crecimiento, el riesgo de una recesión en EE. UU. parece haber disminuido. El estratega de Morgan Stanley, Michael Zezas, predijo un período de crecimiento lento e inflación firme en lugar de una recesión total. Mientras tanto, la turbulencia en el mercado fue evidente ya que el dólar se fortaleció frente al franco suizo y el euro sufrió su mayor caída diaria desde mediados de mayo.
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Reference(s):
cgtn.com
