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Hace tres días, Estados Unidos y el continente chino anunciaron una pausa de 90 días en los aranceles que habían afectado recientemente el comercio global. Este cambio ha desatado una ola de energía, con exportadores chinos reanudando rápidamente la producción y el envío, especialmente para el mercado estadounidense.
En una fábrica bulliciosa en Shenzhen, una comerciante apellidada Nie compartió que su socio comercial estadounidense le instó a enviar productos lo antes posible. Con los envíos tomando aproximadamente 45 días para llegar a los estantes de tiendas en EE.UU., los clientes están contra reloj mientras observan nerviosamente la política en busca de nuevos cambios. Un pedido valuado en aproximadamente 80,000 yuanes (cerca de $11,100) que fue retrasado por los recientes aumentos en aranceles ahora está listo para enviarse, y pedidos aún más grandes—uno que supera los 800,000 yuanes y otro que excede los 1 millón de yuanes—ya están en proceso.
La emoción no termina ahí. También están llegando nuevos pedidos desde Europa y Sudamérica, todos programados para ser entregados antes del ajetreado pico de verano en julio. La pausa de 90 días le está dando a los exportadores una nueva oportunidad para ajustarse y atender la creciente demanda mundial, alimentando el optimismo y el impulso en el sector comercial. 
Reference(s):
Chinese exporters ramp up production after tariff adjustment
cgtn.com
