Canadá ha dado un paso audaz en las tensiones comerciales en curso al imponer un arancel del 25% a los productos estadounidenses valorados en 30 mil millones de dólares canadienses. Este movimiento marca la primera fase de la represalia de Canadá contra los aranceles equivalentes del presidente estadounidense Donald Trump sobre las importaciones canadienses.
El ministro de Finanzas de Canadá, Dominic LeBlanc, anunció que los aranceles afectarán una variedad de productos, incluidos jugo de naranja, mantequilla de maní, vino, café, electrodomésticos, cosméticos y productos de papel. Estos nuevos aranceles entrarán en vigor el 4 de febrero, alineándose con los aranceles estadounidenses sobre productos canadienses.
Pero eso no es todo: Canadá planea intensificar la respuesta imponiendo aranceles adicionales a una segunda lista de importaciones estadounidenses por un valor de 125 mil millones de dólares canadienses. Esta próxima lista incluirá artículos como automóviles de pasajeros, camiones, autobuses, productos de acero y aluminio, ciertas frutas y vegetales, productos aeroespaciales, carne de res, cerdo y productos lácteos. Antes de que estos aranceles se implementen, habrá un período de consulta pública de 21 días.
La tensión entre los dos vecinos se intensificó después de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, prometiera represalias tras el anuncio de los aranceles por parte de Trump. Trudeau insinuó más acciones comerciales no arancelarias, que podrían implicar restricciones a las exportaciones de minerales críticos y productos energéticos a EE. UU., así como bloquear a las empresas estadounidenses de participar en licitaciones para contratos gubernamentales canadienses.
Sin embargo, estas medidas de represalia vienen con advertencias económicas. La Cámara de Comercio de Canadá ha advertido que una represalia total con aranceles del 25% podría llevar a una disminución del 2.6% en el PIB real de Canadá, lo que equivale a un costo anual promedio de 1,900 dólares canadienses por hogar. En los Estados Unidos, tales aranceles podrían resultar en una caída del 1.6% del PIB, con un costo promedio de $1,300 por hogar.
A medida que continúa desarrollándose la guerra comercial entre Canadá y EE. UU., el impacto en ambas economías y consumidores sigue siendo un punto crítico de preocupación.
Reference(s):
cgtn.com