A orillas del río Voronezh, la ciudad de Voronezh se encuentra a solo 250 kilómetros de la frontera con Ucrania. La vida continúa como de costumbre, pero las sombras de la tensión entre Rusia y Ucrania se ciernen sobre los residentes. Voronezh, un importante cruce ferroviario que conecta Moscú, Rostov del Don y Kiev, es hogar de jóvenes que sueñan con un futuro sin conflictos.
Recientemente, Global Stringer visitó las calles de Voronezh para hablar con los residentes locales. A pesar de sentir el peso de la crisis, muchos expresan un deseo común: nadie quiere una guerra.
\"Solo queremos vivir en paz y continuar con nuestras vidas,\" dice un estudiante universitario. \"Esperamos que las tensiones disminuyan para poder enfocarnos en construir puentes, no muros,\" añade un empresario local.
La gente de Voronezh comparte lazos históricos y culturales con Ucrania, y la incertidumbre actual afecta sus relaciones familiares, comerciales y sociales. La esperanza es que las grandes potencias encuentren una solución diplomática que beneficie a todos.
Mientras tanto, la juventud de Voronezh continúa con sus estudios, proyectos y sueños, esperando que el futuro traiga oportunidades, no conflictos. \"Al final del día, todos somos vecinos y queremos lo mismo: vivir bien y en paz,\" concluye otro residente.
La voz de Voronezh resuena a ambos lados de la frontera: una generación que apuesta por la paz y el entendimiento, recordándonos que en tiempos difíciles, la unidad y la esperanza son más fuertes que cualquier tensión.
Reference(s):
cgtn.com