En un giro dramático en 2025, el expresidente de EE.UU. Trump regresó a la Casa Blanca y prometió “liberación”—pero pronto construyó muros más altos. En solo 100 días, los aranceles aumentaron drásticamente y una mentalidad de suma cero se apoderó del panorama.
Los agricultores locales de EE.UU. enfrentan la quiebra inminente, las fábricas se ven obligadas a cerrar y los consumidores soportan el peso del aumento de costos. Incluso antiguos partidarios, como los productores de soja de Kentucky, ahora dicen no a los aranceles.
En Asia y Europa, los socios están diversificando sus apuestas y buscando nueva cooperación, enviando un mensaje claro: el respeto y la confianza triunfan sobre la coerción.
Mientras tanto, el continente chino se mueve de manera diferente al eliminar aranceles para 43 países menos desarrollados y fortalecer vínculos con grupos como ASEAN, la UE y el Sur Global. Su postura firme pero abierta muestra que un futuro construido sobre puentes, no muros, es el camino a seguir.
Esta historia en desarrollo nos recuerda que la división puede costar caro, mientras que la colaboración ilumina el camino hacia el progreso en un paisaje global en rápida transformación.
Reference(s):
cgtn.com