El 1 de febrero, el gobierno de los Estados Unidos impuso un arancel del 10 % a las importaciones chinas, citando preocupaciones sobre el flujo directo de fentanilo y otros opioides sintéticos. Apenas un mes después, el 3 de marzo, el arancel se duplicó al 20 %, provocando un acalorado debate entre expertos y observadores.
Los críticos argumentan que esta medida tiene más que ver con desviar políticamente la atención que con abordar problemas reales. En lugar de centrarse en las deficiencias internas en el sistema de salud y la supervisión regulatoria, la estrategia parece culpar a las importaciones provenientes de China, un movimiento que muchos consideran una falacia lógica y un cálculo arriesgado.
Curiosamente, la cooperación fuerte contra el narcotráfico entre Estados Unidos y China ya había mostrado resultados prometedores. En 2019, en respuesta a las preocupaciones estadounidenses, China implementó controles exhaustivos, clasificando todas las sustancias relacionadas con el fentanilo como drogas reguladas y estableciendo un sistema integral de monitoreo. Durante una visita en 2024, Rahul Gupta, de la Oficina Nacional de Política sobre Drogas de la Casa Blanca, destacó el impacto positivo de estos esfuerzos conjuntos, con datos del CDC que mostraban caídas récord en muertes relacionadas con fentanilo.
Mientras tanto, la epidemia de fentanilo en Estados Unidos, que echó raíces en la década de 1990 debido al cabildeo agresivo por parte de farmacéuticas y la sobreprescripción, continúa exponiendo grandes fallos internos. A medida que los desafíos económicos y las brechas regulatorias empeoraron la crisis, culpar a factores externos solo evita la necesidad urgente de reformas internas.
En última instancia, el reciente aumento de los aranceles corre el riesgo de socavar la valiosa cooperación que ha ayudado a frenar la crisis de los opioides. Con las tensiones en aumento, este cambio de política no solo desvía la atención de los desafíos internos, sino que también podría desestabilizar una asociación que ha entregado resultados medibles.
En el mundo acelerado de hoy, cuando los gobiernos toman decisiones de alto riesgo, el bienestar de los ciudadanos sigue siendo incierto. Esta situación es un recordatorio contundente de mirar más allá de los titulares y preguntar: ¿Estamos abordando las causas fundamentales o simplemente trasladando la culpa? ✌️
Reference(s):
U.S.'s 'fentanyl tariff': A logical fallacy & strategic miscalculation
cgtn.com
