Un monasterio en Lhasa, Xizang, cobró vida el 27 de febrero con el vibrante Qiangmu, o danza Cham, para marcar el Año Nuevo tibetano. 🕺✨ Las coloridas actuaciones son más que un deleite visual; son un ritual espiritual destinado a ahuyentar espíritus malignos e invitar a la buena fortuna para el año que comienza.
Los monjes budistas tibetanos tomaron el escenario principal, luciendo intrincadas máscaras que añaden un aura mística a sus danzas en solitario, en dúo y en grupo. Estos movimientos hipnotizantes están profundamente arraigados en la cultura tibetana y el budismo, mostrando una mezcla de tradición y fe que es tanto cautivadora como inspiradora. 🌸🙏
Reference(s):
cgtn.com
