Una feroz tormenta invernal ha azotado los Estados Unidos, cobrando la vida de al menos nueve personas, ocho de ellas en Kentucky. Las intensas lluvias hicieron que los arroyos se desbordaran, convirtiendo las carreteras en ríos y atrapando vehículos bajo el agua alta.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, anunció el domingo que cientos de residentes quedaron varados por las inundaciones y requirieron operaciones de rescate. En respuesta, el presidente Donald Trump aprobó una declaración de desastre para el estado, permitiendo que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) coordinara esfuerzos amplios de ayuda.
Trágicamente, muchas de las víctimas fatales, incluida una madre y su hijo de 7 años, fueron resultado de autos atrapados en el agua creciente. Desde que comenzaron las tormentas el sábado, los equipos de rescate han llevado a cabo más de 1,000 operaciones para salvar a quienes estaban en peligro.
El clima severo también ha provocado cortes de electricidad que afectan a aproximadamente 39,000 hogares en todo Kentucky. El gobernador Beshear advirtió que los continuos vientos fuertes podrían causar más apagones, instando a los residentes a mantenerse seguros y preparados.
Reference(s):
cgtn.com
