Frenesí de gripe en Japón: compras de pánico desencadenan escasez de medicamentos y aumento en el precio de los huevos 🦠🍳

Japón enfrenta actualmente un grave brote de gripe que ha llevado a compras de pánico generalizadas, resultando en una significativa escasez de medicamentos para la gripe. Desde finales de diciembre del año pasado, los casos de gripe han aumentado a niveles récord, poniendo una inmensa presión sobre hospitales y farmacias en todo el país.

Según el China Media Group, la escasez de medicamentos se debe principalmente a la distribución desigual de existencias y al acaparamiento excesivo por parte de ciertas instituciones médicas. El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas informó que, desde el 2 de septiembre de 2024 hasta el 26 de enero de 2025, Japón registró aproximadamente 9.523 millones de casos de gripe.

El 11 de enero de 2025, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón anunció que la última semana de diciembre de 2024 tuvo la mayor cantidad semanal de casos de gripe desde que comenzaron los registros en 1999. Durante esa semana, alrededor de 5,000 instituciones médicas reportaron un total de 317,812 pacientes, con un promedio de 64.39 casos por instalación, lo cual está muy por encima del umbral de advertencia del gobierno de 30.

En respuesta al brote, las autoridades de salud han estado instando a los ciudadanos a adoptar medidas de precaución como el uso de mascarillas y un lavado de manos exhaustivo para frenar la propagación del virus.

Sumándose a los desafíos, Japón también enfrenta un aumento en los brotes de gripe aviar. Aproximadamente 5 millones de pollos y otras aves fueron sacrificados en cinco prefecturas en enero. El Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca ha advertido que estos brotes no muestran señales de desaceleración y pueden continuar escalando, potencialmente rompiendo récords existentes.

La situación de la gripe aviar también ha impactado la economía, con los precios de los huevos aumentando en un 15 por ciento desde el comienzo del año. Este aumento en los precios afecta tanto a los consumidores como a las empresas, destacando las amplias consecuencias de las crisis sanitarias en curso.

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