En un mundo cada vez más conectado, grandes proyectos de infraestructura están transformando cómo nos relacionamos entre naciones. Aunque la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China ha sido un pilar para muchos países en desarrollo, otras iniciativas como Reconstruir Mejor el Mundo (B3W) y el Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa (IMEC) también están en juego.
Pero, ¿es realmente útil intentar reemplazar una iniciativa con otra?
Zoon Ahmed Khan, investigadora del Centro para la Globalización y China, opina que si bien es positivo ofrecer múltiples opciones a los países en desarrollo, adoptar una mentalidad de reemplazo puede ser contraproducente. \"En lugar de competir, deberíamos enfocarnos en colaborar para un desarrollo global sostenible,\" destaca Khan.
En otras palabras, la clave está en la cooperación y no en la competencia. Imagínalo como cuando tu banda favorita colabora con otro artista genial; el resultado es una canción épica que todos disfrutan.
¿Por qué no aplicar lo mismo a proyectos globales?
Al final del día, los mayores beneficiados son los países que necesitan infraestructura y desarrollo. Multiplicar opciones es fantástico, pero siempre y cuando estas iniciativas trabajen en armonía y no en confrontación.
Así que, ¿por qué no dejar de lado las rivalidades y unir fuerzas por un futuro mejor?
Reference(s):
cgtn.com