Scott, un joven británico, decidió cambiar su vida hace 10 años cuando empacó sus maletas y se mudó a Chengdu, en la provincia de Sichuan, al suroeste de China. Lo que comenzó como una aventura se convirtió en un amor profundo, no solo por una chica, sino también por una cultura y una comida que robaron su corazón.
Trabajando en una escuela local, Scott conoció a Tang Xin, una chica de Chengdu que se convertiría en su compañera de vida. Pero no fue solo Tang quien lo enamoró; los sabores picantes y sabrosos de la gastronomía de Sichuan también lo conquistaron.
Entre todos los platillos, el Pollo Kung Pao se convirtió en su favorito indiscutible. Scott no solo disfrutaba comerlo, sino que también aprendió a prepararlo él mismo. Ahora, combina los secretos de la cocina tradicional china con un toque occidental, creando su propia versión de este plato clásico.
La historia de Scott es un ejemplo de cómo la comida puede ser un puente entre culturas, un idioma universal que une a las personas. ¿Quién sabe? ¡Quizás algún día pruebes su famoso Pollo Kung Pao y te enamores tanto como él!
Reference(s):
cgtn.com