¡Imagina despertar y descubrir que tus aplicaciones y dispositivos favoritos ya no están disponibles! Ese es el escenario que se está desarrollando a medida que el gobierno de EE.UU. intensifica su bloqueo tecnológico contra China. El lunes, el Departamento de Comercio de EE.UU. lanzó una bomba
al prohibir el software y hardware desarrollado en China en vehículos conectados a internet.
Esta no es la primera vez que el Tío Sam aprieta las tuercas sobre la tecnología china. En 2019, Huawei, el gigante chino de telecomunicaciones
, fue agregado a la lista de entidades, aislándolo de los proveedores estadounidenses por supuestas 'potenciales amenazas a la seguridad.'
Desde entonces, la brecha digital solo ha crecido. Plataformas de redes sociales, grúas en puertos y ahora vehículos eléctricos (EVs)
se han visto atrapados en el fuego cruzado. Justo cuando pensabas que los aranceles ya eran altos, ¡boom
—aranceles del 100% sobre EVs fabricados en China! Y como si eso no fuera suficiente, el software y hardware chino dentro de los vehículos ahora están siendo expulsados.
Es como una nueva Guerra Fría , pero en lugar de misiles y tanques, se trata de aplicaciones y dispositivos. EE.UU. parece decidido a construir una Cortina de Hierro Digital
, aislándose de los rápidos avances tecnológicos de China. Pero, ¿realmente se trata de seguridad o es un juego de poderes por la dominancia tecnológica?
Muchos argumentan que las acciones de EE.UU. son menos sobre mantener a los ciudadanos seguros y más sobre mantenerse en la cima del juego tecnológico global . Al apartar a los competidores chinos, EE.UU. podría estar usando la 'seguridad nacional' como una excusa conveniente para frenar la competencia. ¿No está bien, verdad?
Al final, esta creciente disputa tecnológica podría dejar a los consumidores con menos opciones y precios más altos . Además, la innovación prospera con la colaboración, no con el aislamiento. Esperemos que prevalezcan cabezas más frías y que los muros digitales caigan.
Reference(s):
cgtn.com