Cuando el mundo se puso patas arriba por el COVID-19, emergieron héroes de lugares inesperados. Uno de esos héroes es Gul Yurdakon, la jefa de enfermeras de emergencia en un hospital de Estambul, Turquía.
Desde 1996, Gul ha dedicado su vida a cuidar de los demás. Cuando la pandemia golpeó Estambul, el miedo y la desesperación estaban por todas partes. Pero Gul no retrocedió. En cambio, dio un paso al frente para consolar y ayudar tanto a pacientes como a compañeros médicos en primera línea.
\"Somos ángeles sin alas\", dice con una cálida sonrisa. \"La sonrisa de mis pacientes me da la fuerza para seguir adelante\".
La compasión y el coraje de Gul han sido un faro de esperanza durante estos tiempos desafiantes. Su historia nos recuerda que incluso en los momentos más oscuros, la bondad y la dedicación pueden marcar una gran diferencia.
Reference(s):
The Global Guardians: I am the happiest seeing my patients smile
cgtn.com