Recientemente, Dinamarca anunció que convoca al embajador de EE.UU., Kenneth Howery, tras el nombramiento de un enviado especial a Groenlandia.
El pasado domingo, el presidente Donald Trump designó al gobernador de Luisiana, Jeff Landry, como enviado voluntario para «hacer de Groenlandia parte de Estados Unidos». Landry aseguró en X que el cargo no afectará sus funciones como gobernador.
La reacción en Copenhague no se hizo esperar. La primera ministra Mette Frederiksen y el primer ministro groenlandés Jens-Frederik Nielsen emitieron un comunicado conjunto recordando que «Groenlandia pertenece a los groenlandeses» y exigiendo «respeto a nuestra integridad territorial común».
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, declaró a la radio DR que, aunque reconoce el interés americano en el Ártico, «todos, incluidos EE.UU., deben respetar la integridad del Reino de Dinamarca».
Groenlandia, antigua colonia danesa, forma parte integral del reino desde 1953 y goza de amplio autogobierno desde 1979. Económicamente depende de los subsidios de Copenhague y de la pesca, mientras que Dinamarca se encarga de sus relaciones exteriores y defensa.
Una encuesta reciente en el diario groenlandés Sermitsiaq revela que el 85 % de sus residentes se opone a integrarse a EE.UU., frente a un 6 % que lo apoya.
La tensión diplomática subraya la importancia estratégica del Ártico y abre un nuevo capítulo en la relación transatlántica. 🌐❄️
Reference(s):
Denmark to summon U.S. ambassador over Trump's new Greenland envoy
cgtn.com


