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En el corazón de Xinjiang, la agricultora de uvas Gulishan mantiene viva una dulce tradición familiar. Usando almendras, agua del cercano Pozo Karez y jugo de uvas frescas de su huerto, elabora mazapán tal como lo hacía su abuela.
Cuando era niña, observaba a su abuela mezclar estos ingredientes naturales para crear el mazapán local, un manjar amado en su comunidad. Ahora, siendo madre, Gulishan continúa con esta tradición, compartiendo los sabores únicos y naturales con su hijo.
\"Es más que un dulce; es un sabor de nuestra herencia,\" dice Gulishan. Al preservar esta receta familiar, está conectando generaciones y manteniendo vivos los sabores de su cultura.