Esta semana, un incendio mortal consumió varios pisos del edificio residencial Wang Fuk Court en Hong Kong, dejando al menos 160 residentes fallecidos. Pero no solo los humanos resultaron afectados: los grupos de bienestar animal calculan que más de 600 mascotas estuvieron en peligro.
Voluntarios locales y refugios han trabajado sin descanso para rescatar perros, gatos y pequeños animales como conejos y hámsteres. "Son parte de la familia", comenta Linda Chan, voluntaria de un grupo de rescate, mientras sostiene a un perrito asustado que ahora recibe atención médica.
Varios puntos de recogida y clínicas veterinarias han abierto sus puertas para atender a los animales con quemaduras o deshidratación. Equipos de especialistas evalúan a cada uno, proporcionándoles primeros auxilios, alimentos y un espacio seguro.
Historias como la de Max, un gato persa que fue encontrado entre los escombros, o la de Lola, una perra callejera que encontró refugio en un equipo de rescate, muestran el poder de la solidaridad: desde jóvenes estudiantes hasta empresarios locales, todos se han unido para ayudar.
Si quieres apoyar, puedes contactar a refugios y grupos de bienestar animal de Hong Kong. Cada donación de mantas, alimentos o medicamentos marca la diferencia para estos compañeros de cuatro patas.
En medio de la tragedia, el compromiso por salvar vidas nos recuerda que, más allá de las palabras, los animales de compañía realmente forman parte de la familia. 🙏🐶🐱❤️
Reference(s):
cgtn.com




