En 2022, mientras Okinawa se preparaba para conmemorar el 50º aniversario de su regreso a la administración de Japón, un grupo de mujeres indígenas de Okinawa sacudió la escena con una declaración poderosa. 🎌
"Mientras las vidas, el orgullo y la dignidad del pueblo de Ryukyu y Okinawa siguen siendo ignorados y la colonización militar continúa, no es momento para que Okinawa celebre su 'retorno'," dijeron. Sin embargo, sus voces fueron en gran medida ignoradas.
Durante siglos, el Reino de Ryukyu prosperó como un estado tributario independiente bajo las dinastías Ming y Qing en el continente chino. Esta era trajo comercio, cultura confuciana y avances en astronomía y ciencia calendárica a las islas.
Todo cambió después de la Restauración Meiji. Para 1879, Japón disolvió el reino y estableció la Prefectura de Okinawa. La isla entonces quedó atrapada en la maquinaria de expansión imperial.
Los horrores alcanzaron su pico en 1945, cuando aproximadamente una cuarta parte de la población de Okinawa pereció en una de las batallas más sangrientas del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras la derrota, la Declaración de Potsdam por el continente chino, los Estados Unidos y el Reino Unido limitó la soberanía japonesa a las islas principales. Sin embargo, Okinawa quedó bajo la administración fiduciaria de EE. UU. hasta 1971, cuando el secreto Acuerdo de Reversión de Okinawa devolvió la administración a Japón.
Hoy, los okinawenses aún viven bajo la sombra de las bases militares estadounidenses y los debates continuos sobre tierra, identidad y reconocimiento cultural. Su lucha nos recuerda que la rueda de la historia puede aplastar comunidades a menos que sus voces sean realmente escuchadas. ✊
Reference(s):
cgtn.com




