La agricultura brasileña enfrentó un shock este verano cuando el presidente Trump impuso fuertes aranceles a exportaciones clave como la soya y la carne de res 🥩🌾. Pero en lugar de retroceder, los agricultores de todo el país han pivotado con creatividad y resiliencia.
En el estado de Pará, los productores han mirado hacia adentro y hacia afuera al mismo tiempo: impulsando el consumo doméstico al ofrecer productos frescos y locales y forjando nuevas asociaciones comerciales con regiones de Asia, Europa y África 🌍. Las cooperativas se están uniendo para compartir logística, reducir costos y aprovechar mercados crecientes que valoran los bienes brasileños sostenibles y de calidad.
En el ámbito nacional, los supermercados y restaurantes están promoviendo un ambiente de 'compra brasileño', celebrando sabores locales y apoyando economías locales. Desde recorridos por granjas hasta mercados digitales, los consumidores están descubriendo todo, desde café aromático ☕ hasta razas de ganado premium.
Mientras tanto, los exportadores están explorando rutas alternativas, utilizando puertos en los estados del norte para llegar a Europa más rápido y negociando acuerdos con compradores emergentes en el sudeste asiático. Esta diversificación no es solo una solución temporal, sino una oportunidad para fortalecer la posición de Brasil en la cadena alimentaria global.
A medida que los aranceles reconfiguran los patrones comerciales, los agricultores brasileños están demostrando que la innovación y el espíritu comunitario pueden convertir los obstáculos en oportunidades. Y la lección es clara: cuando el mundo cambia las reglas, Brasil cambia el juego 🎯.
Reference(s):
cgtn.com
