Hace unos 12,000 años, los cazadores-recolectores en lo que ahora es el norte de Arabia Saudita encontraron formas ingeniosas de sobrevivir en uno de los paisajes más duros de la Tierra. En lugar de dejar simples huellas, tallaron imágenes de tamaño real de camellos y otros animales en los acantilados de arenisca, convirtiendo el arte en un mapa vital para las fuentes de agua. 💧
Investigadores descubrieron recientemente más de 60 paneles de arte rupestre repartidos en 30 km de terreno montañoso al sur del desierto de Nefud. En estas superficies aparecen más de 130 animales, desde enormes grabados de camellos de más de 2 metros de altura hasta íbices, gacelas, burros salvajes e incluso un uro, el antepasado salvaje de las vacas actuales.
Algunos de los grabados más impresionantes se encuentran a casi 39 metros del suelo. Imagina estar de pie en un saliente estrecho y empinado para crear 19 camellos y 3 burros sin poder ver la imagen completa desde abajo. La arqueóloga Maria Guagnin describe esta hazaña como “extremadamente peligrosa” y “increíblemente hábil.” 😲
Estas impresionantes tallas no solo fueron expresiones artísticas; servían como señales antiguas. Al vincular las imágenes con pozos de agua, las personas prehistóricas marcaron oasis vitales en vastas extensiones desérticas. Es un recordatorio de que la creatividad y el trabajo en equipo siempre han sido clave para la supervivencia humana.
La próxima vez que veas un cañón tranquilo o un afloramiento rocoso, piensa en esos artistas antiguos que se atrevieron a escalar precipicios para compartir su mundo—y para asegurarse de que la comunidad pudiera encontrar agua preciada. Su legado vive en piedra, susurrando historias de adaptabilidad y una artesanía asombrosa. 🌍
Reference(s):
Camels carved in ancient Arabian rock art indicate vital water sources
cgtn.com




