En 1990, China dio su primer paso en las misiones de paz de la ONU. Xu Nanfeng estuvo entre los primeros cinco observadores militares enviados al extranjero, representando un momento histórico para su país. La Medalla de Honor de la Paz otorgada ese año se ha convertido en el recuerdo más preciado de Xu, un recordatorio de una misión que definió su vida y marcó el inicio del camino de China en el mantenimiento de la paz. 🎖️
Para Xu, la medalla simboliza la unidad sin fronteras. Le recuerda a los colegas que permanecieron hombro a hombro bajo los Cascos Azules de la ONU, trabajando juntos para proteger a los civiles y reconstruir comunidades. Cada abolladura y rasguño en la medalla cuenta una historia de desafíos enfrentados y amistades forjadas en tierras lejanas. 🕊️
Esa primera misión abrió la puerta para que China desempeñara un papel más activo en los esfuerzos de paz global. A lo largo de las décadas, más pacificadores chinos han seguido los pasos de Xu, uniéndose a operaciones de la ONU en zonas de conflicto. Su trabajo resuena con el espíritu capturado en la medalla de Xu, desde apoyar clínicas locales hasta ayudar a reconstruir escuelas. 🌏
Hoy, mientras los jóvenes de todo el mundo buscan formas de hacer una diferencia, la historia de Xu muestra cómo un solo acto de servicio puede encender un legado duradero. Su Medalla de Honor de la Paz no es solo un pedazo de metal—es un símbolo de esperanza, cooperación y el poder de ir más allá de las fronteras para construir un mundo más pacífico. 🌟
Reference(s):
Blue Helmets, No Borders: China's First UN Peace Medal of Honor
cgtn.com




