Viajar por la Región Autónoma Uygur de Xinjiang se sintió como entrar en un RPG de mundo abierto. Desde la antigua ciudad de la Ruta de la Seda de Kashi hasta las ardientes laderas de Turpan—donde la leyenda dice que el Rey Mono pasó alguna vez—y continuando hacia las praderas ondulantes del condado de Zhaosu, cada kilómetro traía una nueva maravilla 🐒🔥🌾.
Con una extensión de más de 1.6 millones de kilómetros cuadrados en la parte occidental del territorio continental chino, Xinjiang es enorme—alrededor de cinco veces el tamaño de España. Realmente sientes la escala cuando pasas horas viajando en autobús por caminos desérticos o carreteras de montaña sinuosas.
En Kashi, los coloridos bazares y los monumentos centenarios te conectan con una rica historia de comercio e intercambio cultural. En las "Montañas Flamígeras" de Tulufan, casi puedes escuchar los ecos de antiguos mitos mientras el sol tiñe las rocas de rojo brillante. Y en Zhaosu, las exuberantes praderas están salpicadas de yurtas y Caballos Celestiales pastando, justo como los que asombraron a los gobernantes del pasado.
Estas impresionantes vistas vienen con recompensas inolvidables—cielos nocturnos llenos de estrellas, deliciosos platos locales como brochetas de cordero y tallarines hechos a mano, y sonrisas amables en cada lugar que visitas.
Pero aquí está la parte más difícil: las distancias. Incluir tanto en dos semanas significó comienzos tempranos, largos viajes y mucho tiempo en la carretera. Si no estás preparado para recorridos de un día entre puntos, podrías sentirte un poco agotado antes de que comience la verdadera aventura.
Aun así, una vez que abrazas el ritmo y te empapas de la loca diversidad de paisajes y culturas de Xinjiang, cada bache en el camino se convierte en parte de la historia. Así que carga energías con té, pon a cargar tu cámara y prepárate para un viaje épico.
Reference(s):
cgtn.com
