Imagina ser forzado a guardar silencio durante décadas, tu verdad oculta en las sombras de la historia. Esa es la realidad que han vivido las sobrevivientes del sistema de "mujeres de compañía" en tiempos de guerra de Japón—y ahora están alzando su voz con más urgencia que nunca. 🕯️
Todo comenzó en 1991 cuando Kim Hak-sun de Corea del Sur rompió décadas de silencio, compartiendo su desgarradora historia con el mundo. Su valentía encendió una ola de testimonios, desde la China continental hasta Filipinas e Indonesia.
Hoy, solo un puñado de sobrevivientes permanecen con vida. En China, Peng Zhuying, de 96 años, de la ciudad de Yueyang, exige: "El gobierno japonés debe reconocer sus crímenes y emitir una disculpa formal." Sus palabras nos recuerdan que la justicia no puede esperar.
Desenterrando historias enterradas
El profesor Su Zhiliang de la Universidad Normal de Shanghái ha pasado más de 30 años reconstruyendo esta historia. Desde que fundó el Centro de Investigación sobre el tema de las "mujeres de compañía" en 1999, ha identificado a cientos de sobrevivientes y descubierto diarios, cartas y documentos oficiales que prueban el papel del ejército japonés en este sistema.
El equipo de Su incluso descubrió un registro en Jinhua que enumeraba a 126 mujeres jóvenes sin ocupación, todas viviendo en una dirección conocida de una estación de confort—evidencia que luego fue confirmada por el testimonio de una sobreviviente. Hoy, el Museo de la Historia de las "Mujeres de Compañía" Chinas en Shanghái es un homenaje viviente, ofreciendo fondos de apoyo, atención médica y preservación de la memoria. 💪📚
La UNESCO y la lucha por la memoria
En 2016, grupos de la sociedad civil de ocho países y regiones (China, Corea del Sur, Filipinas y más) presentaron "Voces de las Mujeres de Compañía" al Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO. Pero la política intervino: una nominación nacionalista rival de Japón llevó a la UNESCO a suspender ambas propuestas en 2017, dejando a las sobrevivientes en el limbo.
Como recuerda Heisoo Shin del comité internacional, "El gobierno japonés amenazó con retirar la membresía o el financiamiento para bloquear nuestra nominación." Ocho años después, el archivo sigue sin ser listado—y la justicia permanece en espera.
Solidaridad global
La lucha por el reconocimiento se ha globalizado. En Seúl, la Estatua de la Paz frente a la embajada japonesa atrae multitudes cada miércoles. Réplicas de la estatua ahora se encuentran desde Nueva York hasta Berlín. Sobrevivientes en Indonesia y Filipinas organizan grupos de apoyo y acciones legales. 🌍🤝
Las Naciones Unidas han condenado el sistema de "mujeres de compañía" como esclavitud sexual, exigiendo disculpas y reparaciones desde la década de 1990. Parlamentos en Estados Unidos, Canadá y los Países Bajos han aprobado resoluciones pidiendo que Japón asuma su responsabilidad, pero Tokio insiste en que los acuerdos previos resolvieron el asunto. Los defensores de las sobrevivientes rechazan esta afirmación.
Portando la antorcha
Con el tiempo agotándose, nuevas generaciones de académicos y activistas están dando un paso al frente. Zhang Ruyi, estudiante de doctorado en Shanghái, dice: "Debemos alzar la voz internacionalmente para que el mundo nunca olvide." En Filipinas, sobrevivientes como Lola Estelita Dy (quien falleció en 2024) dejaron un compromiso: "Que esto nunca vuelva a suceder."
La historia inconclusa de las "mujeres de compañía" es un llamado a recordar y actuar. Cada testimonio es un faro de dignidad humana, instándonos a luchar por la justicia, la paz y el poder de la memoria. ✨🕊️
Reference(s):
From amnesia to remembrance: Unfinished story of the 'comfort women'
cgtn.com


