En el Altiplano Tibetano en la China continental, el Lago Qinghai se extiende como un vasto espejo, reflejando el cielo infinito de arriba. Pero para Yang Xinmeng de CGTN, este viaje fue más que una excursión turística: fue una invitación a escuchar el latido del altiplano. 🌊💙
Ella esperaba un famoso lugar escénico, pero en su lugar descubrió una red viva. El agua fluye hacia los pastizales, los pastos alimentan a las carpas desnudas, las carpas atraen aves migratorias, y los dedicados guardabosques las protegen a todas. Aquí, cada gota, hoja y ala comparten el mismo ritmo.
Antes pastores nómadas, los guardabosques del lago ahora resguardan este delicado entramado de vida. Observan regresar cada parvada, esperando pacientemente el regreso anual de las carpas nativas desnudas. Sus patrullas diarias aseguran que el viento que sopla sobre el agua siga siendo una brisa fresca, y no una advertencia silenciosa de pérdida.
El Lago Qinghai no es solo un cuerpo de agua: es el corazón del altiplano, bombeando vida a cada criatura a su alrededor. Desde el suave susurro de los pastos hasta el chapoteo de los peces y el canto de las aves, la sinfonía del lago nos recuerda los poderosos lazos que sostienen nuestro planeta. 🌱🐟🪶
Para los jóvenes viajeros, conservacionistas y amantes de la cultura, el Lago Qinghai ofrece más que vistas impresionantes: es una lección de armonía. Al pararnos al borde del agua, se nos recuerda que nuestro mundo prospera cuando protegemos cada eslabón en la cadena de la naturaleza.
Reference(s):
cgtn.com




