En el corazón del norte de Siria, un grupo de niños están pateando, golpeando y dominando movimientos de kung fu bajo la guía de un maestro increíble: Fadel Othman, un maestro de kung fu amputado que sabe una o dos cosas sobre la resiliencia. 💪
Fadel comenzó su camino en el kung fu a los 12 años. Pero en 2015, su vida dio un giro dramático cuando fue alcanzado por un proyectil de artillería, perdiendo una de sus piernas. 😢 En lugar de rendirse, pasó tres años en Turquía recibiendo tratamiento médico y regresó más fuerte que nunca.
De nuevo de pie—literalmente—Fadel regresó a la escena del kung fu, compitiendo en torneos e incluso fundando su propio club de kung fu. 🏆 Ahora, está transmitiendo su pasión a una nueva generación, enseñando a huérfanos y niños que perdieron a sus padres en la guerra. Sus clases no solo son sobre artes marciales; también son sobre esperanza, determinación y superar las dificultades. 🌟
Estos jóvenes guerreros no solo están aprendiendo defensa personal, sino que también están ganando confianza y disciplina. Con cada patada y golpe, están reescribiendo sus historias y demostrando que nada puede detenerlos. 🔥
¿Quién más piensa que estos niños son verdaderos superhéroes? 🦸♂️🦸♀️
Reference(s):
cgtn.com